Rebeliones magisteriales revientan internacionalmente

¡Por hacer de la educación un instrumento de liberación de los explotados y oprimidos!

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Profesores se manifiestan en Charleston, Virginia Occidental. Foto: Alex Flynn/ New York Times.

La clase capitalista ha recortado continuamente el gasto en educación pública en todos los países, dificultando su acceso a los hijos de la clase trabajadora, pagando salarios de miseria a los docentes, abandonando a la decadencia las instalaciones escolares. La búsqueda de maximización de ganancias por la clase dominante lleva al lucro en la educación en todos los niveles, en sentido contrario al fomento del conocimiento y la sabiduría. Esta es la lógica del mercado a lo que todo se encuentra sujeto en la sociedad capitalista. Los docentes conscientes deben organizarse y luchar de manera coordinada en el plano nacional e internacional por derrotar esta embestida de los explotadores, uniendo su lucha con la de la clase obrera, la cual se encuentra sumamente golpeada y desorganizada, pero que al mismo tiempo tiene la fuerza social para conducir la lucha contra el capital a la victoria.

Argentina

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Profesores se manifiestan en Argentina por aumento salarial. Foto: AFP.

Las reformas educativas del gobierno “neoliberal” de Mauricio Macri en Argentina, han llevado a la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), el sindicato magisterial más grande del país, con el 70% de los trabajadores de la educación, a convocar una huelga nacional de 48 horas a partir del 5 de marzo. Por su parte, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), el segundo más grande, convocó a una huelga por 24 horas. Señalan que el aumento salarial del 5% prometido por el presidente está por debajo de la inflación, la cual supera el 15%. Los sindicatos, además, “exigen el cumplimiento de la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo que ‘plantea una inversión en educación del 6% del PBI distribuida a todas las provincias’” (RT). A falta de soluciones, los maestros se encuentran acordando una nueva fecha para continuar el paro hasta el cumplimiento de sus exigencias, como lo es un aumento salarial de 20% (Página 12).

Estados Unidos

Las recientes semanas han sido de intensa lucha por parte del magisterio en Estados Unidos, donde miles de docentes, junto con otros trabajadores que laboran en el sector educativo, se fueron a huelga o se han manifestado por mejoras salariales, servicios de salud accesibles, un número reducido de alumnos por salón de clase,  aumentos en el gasto educativo –los recortes en los impuestos a los más ricos ha dejado con muy pocos recursos a la educación–, y mejoras en las condiciones para ellos y sus alumnos en los estados de Virginia Occidental, Oklahoma, Kentucky y Arizona.

El ejemplo lo pusieron los docentes de Virginia Occidental, quienes votaron con irse a huelga el 26 enero, rechazando un ridículo aumento salarial del 1% que les había ofrecido el gobernador del estado, y después el aumento de 2% votado por los legisladores locales. Finalmente, miles de docentes de todo el estado se fueron a huelga el 22 de febrero y tomaron la sede del gobierno estatal por dos días. El 6 de marzo lograron un aumento salarial del 5%, lo que es considerado como una victoria parcial.

En abril, los docentes de Oklahoma estuvieron en paro por 9 días hasta que lograron algunas de sus demandas, como un aumento salarial de $6,000 dólares “dependiendo de su experiencia” y de “$1,250 para el personal de apoyo” (CNN). No todos los docentes estuvieron de acuerdo con poner fin al paro, ya que no lograron un aumento de fondos para la educación, lo que conducirá a futuros problemas.

Los docentes de Kentucky se manifestaron durante el mes de abril. El día 13 protestaron frente a la sede del gobierno del estado por mejoras salariales, protección de sus pensiones, y un incremento en el gasto educativo, obteniendo como respuesta una diatriba absurda del gobernador en la que culpaba a los profesores por violaciones sexuales a niños cometidas imaginariamente durante la protesta, lo que recibió el rechazo y censura de casi la totalidad de la población, incluso los miembros de su partido político. Los docentes han señalado que las protestas continuarán y se incrementarán si es necesario.

A mediados de abril, los docentes de Arizona votaron por irse a huelga, rechazando la propuesta del gobernador de otorgarles un aumento salarial de 9% este año, hasta llegar a un 10% adicional para 2020, ya que dejaba fuera sus demandas por “aumentos para el personal de apoyo, y por una financiación escolar con niveles previos a la Gran Recesión y una igualación con el gasto educativo promedio nacional” (AP). Se avizora un panorama de intensas luchas. Los docentes enfrentaron a sus direcciones sindicales que buscaron evitar la huelga, e incluso aseguraron que continuarían la huelga si los dirigentes firmaban acuerdos para evitar su continuación (Bloomberg). Esto señala la urgencia por remover a las direcciones traidoras en los sindicatos, y por colocar direcciones combativas que verdaderamente representen los intereses de los trabajadores. Cuando esto se logre se obtendrán también muchas victorias, y se revitalizará a los sindicatos para lograr un mayor reclutamiento en sus filas, fortaleciendo la capacidad de lucha de los trabajadores y al movimiento obrero organizado.  Como señaló León Trotsky en su obra Los sindicatos en la época del imperialismo (1940) “El papel de los sindicatos en nuestro tiempo es, pues, o el de servir como instrumento secundario del capitalismo imperialista para la subordinación y el disciplinamiento de los obreros y para obstruir la revolución, o, por el contrario, el sindicato puede convertirse en el instrumento del movimiento revolucionario del proletariado.” Pero, para lograr la independencia de los sindicatos frente al Estado capitalista, se requiere “de una dirección completamente revolucionaria”, la dirección política del partido trotskista de vanguardia.

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Profesores se manifiestan por reforma al sistema de pensiones en Frankfort, capital del estado de Kentucky. Foto: Bill Pugliano/ New York Times.

Dichas huelgas magisteriales son sumamente relevantes en Estados Unidos ya que, aunque las condiciones laborales de los trabajadores son cada vez más precarias, con un incremento exponencial de la pobreza en los últimos veinte años, pocas veces se logra concretar el estallamiento de una huelga. Para sobrevivir, muchos docentes tienen hasta seis empleos, como señalan diversas investigaciones hechas públicas por CNN. De acuerdo con una investigación de la Organización de Naciones Unidas, 40 millones de estadounidenses viven en la pobreza, y 20 millones en pobreza profunda. Las desigualdades crecen continuamente, y como ejemplo de esto se señala que “en 1981 el 1 por ciento más rico de la población obtenía 27 veces más que el 50 por ciento más pobre de los adultos. Ahora el 1 por ciento obtiene 81 veces más que el 50 por ciento más pobre.” El reporte agrega que “casi 1.5 millones de hogares viven en la pobreza el día de hoy, casi el doble que hace 20 años” (The Washington Post).

Existen diversos factores que permiten comprender por qué los empobrecidos trabajadores estadounidenses no han logrado organizarse y enfrentarse a sus explotadores, y esto tiene que ver con el fuerte papel de la ideología dominante, la cual mantiene divididos a los trabajadores en base a “cuestiones raciales” y otras divisiones artificiales, ya que la cuestión principal radica en el lugar en que los individuos se encuentren en relación a los medios de producción. Otro factor central es el papel del partido Demócrata, un partido burgués imperialista que se hace pasar por amigo de los trabajadores, y que controla a los sindicatos a través de sus direcciones colaboracionistas que protegen los intereses económicos y políticos de los patrones. Por esto, los trabajadores deben romper con todos los partidos de los explotadores, y formar un partido clasista que luche por la toma del poder por la clase obrera.

El 13 de abril, el presidente estadounidense, Donald Trump y su secretaria de educación, Betsy DeVos, anunciaron un presupuesto público para el 2019 que recortaría $4 mil millones de dólares en ayuda financiera a estudiantes universitarios, los cuales ya de por sí se encuentran ahogados en deudas impagables. Esta medida aumentaría el costo de la educación a los deudores por $200 mil millones de dólares en la próxima década (The New York Times). En el Grupo Obrero Comunista señalamos que el lucro en la educación debe terminar, toda persona que desee estudiar debe tener un espacio asegurado en una casa de estudios y recibir un estipendio para dedicarse a estudiar. Señalamos también que el régimen capitalista es el impedimento para que esto suceda, por eso luchamos por su derrocamiento y por la construcción de una sociedad socialista en la que el bienestar humano sea el propósito central.

México

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Profesores se manifestaron por falta de pago en Chihuahua, México. Foto: Daniel Acosta.

Desde el 17 de abril los docentes del estado de Chihuahua declararon un paro por tiempo indefinido, en justo reclamo por el pago de salarios pendientes, prestaciones, y por los ataques a la independencia del gremio por parte del gobierno del estado, el cual lo consideró ilegal y los llamó a volver a clases, amenazando con “responsabilidades legales”. Los docentes en Chihuahua no han cedido antes estas amenazas y se mantienen firmes.

Por su parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) convocó a un paro de 72 horas a partir del 30 de abril, rumbo a un paro nacional indefinido que iniciaría el 15 de mayo. La experiencia muestra que se requiere mucho más que recurrir a manifestaciones rituales cada mes de mayo, con el propósito de llevar al gobierno a negociar migajas salariales. También es muy grave que la dirigencia sindical que se precia de “independiente” se haya pronunciado a favor de “un proyecto alternativo de nación”, esto es, por el candidato de la burguesía explotadora, López Obrador.

México, un país semicolonial, cuya clase dominante se encuentra atada por completo al capital imperialista, ofrece principalmente al mercado internacional mano de obra barata y materias primas. Por lo mismo, el proyecto educativo conducido por el Estado mexicano convierte a las escuelas públicas en guarderías o centros de regimentación de alumnos que deberán adoptar la ideología dominante como propia, y aprender a obedecer y respetar jerarquías para ser buenos esclavos. Deben odiar a quienes luchan, defender al amo y recibir como pago la promesa de que algún día ellos podrán serlo, pero esta promesa jamás se cumplirá. Se busca que el alumno se inserte en la cotidianidad de una sociedad decadente, y que nunca cuestione ni busque el saber porque podría ser un instrumento de liberación para los explotados y oprimidos.

Los centros educativos en todos sus niveles son controlados por directivos que actúan como correa de transmisión de la clase dominante para impulsar sus propósitos. Estos “CEOs” de la educación —muy bien pagados en comparación con el docente promedio que sobrevive como todo trabajador de cheque a cheque—, junto con los seudosindicatos como el  Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y otros, se encargan de purgar a aquellos que luchan por mejores condiciones laborales y hacer de la educación una herramienta de liberación. Estos falsos dirigentes en ocasiones son forzados por las bases a convocar a manifestaciones, pero su único propósito es utilizar la protesta como pivote de escape para apaciguar el descontento en canales inocuos para el orden existente, y alguna vez obtener magras concesiones, como aumentos salariales insignificantes que desaparecen con el alto costo de la canasta básica y la inflación.

Por esto mismo, los docentes deben luchar por un verdadero sindicato que abarque a todo el magisterio, y contra los seudosindicatos corporativistas que son el brazo del Estado capitalista. Esto implica también combatir a las direcciones traidoras de los “sindicatos independientes” como la CNTE, que confían en el Estado burgués y que se ponen a la cola de los candidatos y partidos de la burguesía explotadora, como antes lo fue el PRD y Cárdenas Solórzano, y ahora lo es  Morena y López Obrador. A estos traidores no les importa que ahora Elba Esther Gordillo —autora intelectual del asesinato de Misael Núñez Acosta y decenas de profesores disidentes— y sus secuaces ahora se encuentren en campaña con López Obrador. Hemos visto cómo estos vividores del “activismo disidente”, que ondean banderas negras o rojas, se han beneficiado de recursos sindicales insertos en partidos electorales al servicio del sistema capitalista según les convenga. Llamarlos reformistas sería halagarlos. Ahora, en plena campaña electoral, flirtean como prostitutos con López Obrador, el candidato que parece ser el seguro ganador, el ungido por la clase capitalista para apaciguar el descontento de las masas pauperizadas, y quien mejor cumple con hacer creer con sus discursos demagógicos que realmente les representa. Estos “líderes” magisteriales fanfarrones que se suben al carro conducido por la basura política de siempre, con nuevas camisetas, son la imagen en miniatura, la copia a escala de esos políticos del engaño.

Contra el proyecto imperialista privatizador de la educación

Las demandas del magisterio de Argentina, Estados Unidos, México, y la mayor parte del mundo, son casi idénticas, y es que el sistema capitalista de explotación ha emprendido una ofensiva internacional contra la educación. Las contrarreformas educativas dictadas desde Wall Street (bolsa de valores estadounidense) y los organismos internacionales del capital, como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y el FMI (Fondo Monetario Internacional), las cuales golpean al magisterio en todo el mundo y promueven el proyecto privatizador de la educación, pueden ser detenidas en seco a través de la lucha organizada. Un problema fundamental ha sido que estas huelgas magisteriales se realizan de manera aislada, sin coordinación nacional ni internacional, lo que es precisamente primordial.

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Miles de estudiantes se manifestaron el pasado 19 de abril en Santiago de Chile contra el lucro en la educación. Foto: AP.

El impedimento para lograr una victoria contundente por parte del magisterio tanto en Buenos Aires, como en Virginia Occidental, Oklahoma, Kentucky y Arizona ha sido que, mientras algunos docentes han estado luchando, en otros estados se mantienen al margen. En México, en 2013 cuando revienta la lucha contra la reforma educativa, los valientes maestros disidentes de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán fueron abandonados por los maestros de otros estados —salvo pocas excepciones—, siendo fuertemente reprimidos por la dictadura del capital, sin poder revertir la reforma. Todo docente que ahora conoce las consecuencias de la aprobación de las contrarreformas debería saber qué hizo y qué no hizo para detenerlas. Qué papel cumplió su sindicato, y qué intereses protegió.

Lo que se requirió y se requiere ahora, es enfrentar los ataques del gobierno patronal con una huelga nacional de todo el sector educativo que se extienda al sector salud, y principalmente a la clase obrera industrial. Una lucha unificada pudo evitar las contrarreformas, incluyendo la privatización del sector energético en México, y podrá detener la privatización del sector salud con que nos amenazan ahora. Sin embargo, se requiere de una dirección en los sindicatos que no cree ilusiones en que el gobierno en turno puede ser presionado a actuar en beneficio de los trabajadores. El negociar con el gobierno y sus políticos, expertos en el arte del engaño, solamente lleva al desgaste y a la derrota de los trabajadores. La experiencia histórica muestra que cualquier demanda económica arrancada a los patrones es fácilmente reversible cuando la lucha llega a menguar, y que ninguna modificación superficial significa absolutamente nada. El capitalismo no puede reformarse. En cada país debe romperse con todos los partidos de la burguesía y las direcciones sindicales traidoras que atan a los docentes a estos. Romper por completo con todos los políticos demagogos, como los peronistas, Demócratas y Republicanos o Morena, etc. Por esto, lo central es ser verdaderamente radicales, e ir a la raíz, al derrocamiento del sistema capitalista, el principal generador de la miseria humana.

Todo docente que se precie de serlo debe actuar a contracorriente del proyecto de los explotadores, diseminando el cuestionamiento, y como señaló Marx, llevar a cabo “una crítica despiadada de todo lo existente”, para pasar de simplemente interpretar la realidad, a fundamentalmente cambiarla. Esto implica que el magisterio organizado se una a la clase obrera, la única clase social con el poder y el interés histórico de derrocar al capitalismo. Para lograr la victoria se requiere forjar en la lucha un partido revolucionario que actúe como la vanguardia de la clase obrera, que defienda a todos los oprimidos y nos conduzca a una sociedad sin explotación en el plano internacional, el socialismo. Esta es la tarea del Grupo Obrero Comunista, únete a nosotros.

 

 

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